Los científicos Vicent J. Martínez y Bernard J. T. Jones conversarán sobre las investigaciones publicadas en su libro "La reinvención de la ciencia". Tras las presentaciones habrá una mesa redonda dirigida por la profesora de Física Biológica de la Universidad de Oxford Sonia Antoranz Contera.
Vicent J. Martínez es un astrónomo español, catedrático de la Universidad de Valencia, especializado en cosmología, en particular en el estudio de la distribución a gran escala de la materia en el Universo y la formación y evolución de las galaxias. Fue pionero en la aplicación de los fractales en este campo de investigación, así como en la introducción de su estudio en la docencia universitaria en España. Es uno de los autores de la teoría del planeta gigante con troyanos para explicar el misterioso comportamiento de la estrella de Tabby. Firme defensor de la divulgación científica y de la transmisión del conocimiento a la sociedad, por su tarea ha recibido el Premio José María Savirón de Divulgación Científica 2013.
Bernard Jones es catedrático emérito del Instituto Astronómico Kapteyn de la Universidad de Groningen (Países Bajos). Su investigación ha abarcado muchas áreas de la astrofísica, tanto teórica como observacional, con un fuerte énfasis en la cosmología, donde es ampliamente publicado y citado. Es autor del reciente y celebrado libro Precision Cosmology: the first half million years (CUP 2017) y de "The Reinvention of Science: Slaying the Dragons of Dogma and Ignorance", en coautoría con Vicent Martínez y Virginia Trimble (World Scientific 2013).
Sinopsis del libro:
A lo largo de la historia de la ciencia, diferentes pensadores, filósofos y científicos postularon la existencia de entidades que, a pesar de no ser visibles ni detectables en su época, o tal vez nunca, resultaban útiles para explicar el mundo real. Comenzamos este libro analizando algunas de estas entidades. Entre ellas se encontraban el flogisto para explicar el fuego; el éter luminífero para la propagación de la radiación; el homúnculo para explicar la herencia; y las esferas cristalinas para transportar los planetas errantes alrededor de la Tierra. Muchas de estas creencias erróneas habían frenado el progreso, al igual que los dragones dibujados en los bordes de los mapas desalentaban la exploración. Este patrón de evolución científica continuó a lo largo de los siglos hasta nuestros días.